viernes, 11 de marzo de 2011

No son sólo dos alas

En el instituto coincidimos con ella, mi amiga la que hoy es ciudadana del mundo y yo, ella era una profesora que cuando teníamos 15 años nos introdujo en la ornitología con tanta pasión que nos dura hasta hoy. Seguimos en contacto con ella porque continúa enseñándonos, está "loca por los pájaros" como ella misma dice y para contagiarnos hizo en aquellos tiempos todo lo que pudo: crear un grupo de ecología, otro para defender a los aguiluchos cenizos en los campos, para proteger a los cernícalos de las ciudades, nos hacía cuidar de los pollos, organizó un viaje de fin de curso para que estuviésemos dos semanas observando aves como si fuésemos ornitólogos profesionales (cuaderno de campo, prismáticos, guías...). Una maravilla.
Por eso os animo, las aves son animales increíbles y además se ven con facilidad, apenas levantando la vista en cualquier paraje ya podéis observarlos. Algunos con más frecuencia que otros, claro. Olvidaos de la ciudad, coged unos prismáticos y montaos en el coche rumbo a cualquier pueblecito, empezad un sendero con vuestras mochilas, al cabo de unos metros ya los oiréis y con sólo un pelín de suerte podréis verlos. Abubillas, aguiluchos, cigüeñas... Todas son preciosas.
De vez en cuando os contaré algo sobre ellas, algún detalle o alguna foto. Hoy os quiero presentar a nuestra reina, a la que gobierna el cielo, tenemos que cuidarla porque apenas quedan 300 ó 400 individuos y es sello del carácter ibérico. Es una de nuestras joyas, el águila imperial ibérica. Es difícil verla y son pocos los afortunados que han estado cerca de un ejemplar, yo entre ellos y es sencillamente es-pec-ta-cu-lar.


Gracias Mª Eugenia.


*(Foto de Fotolog.com)

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