martes, 31 de enero de 2012

Magdalenas de queso y pipas


A la segunda iba la vencida... ¡pues no! Lo de las magdalenas saladas no está hecho para nuestro paladar. No es que éstas no estén buenas, que lo están, sino que creo que tenemos una zona en el cerebro que piensa de manera irreversible que todo lo que tiene forma de magdalena tiene que tener sabor a magdalena, o sea dulce.


Con este segundo intento lo hemos confirmado. Nos han gustado, en serio, pero no sabe a chocolate, o a vainilla, o a canela, ¡o a azúcar! ¡No llevan azúcar! :) Están geniales para acompañar cualquier chacina, o para empujar el último bocado del plato, o para hacer las veces de pan en cualquier mesa.  Pero solas... eso se lo dejamos a las otras.


INGREDIENTES para 6 unidades grandes:
80 gr. de queso parmesano rallado,
1 huevo XL,
125 ml. de leche,
140 gr. de harina,
medio sobre de levadura,
30 gr. de sésamo tostado,
pizca de sal,
50 gr. de pipas de girasol,
60 gr. de mantequilla en punto de pomada,
sésamo y miel para adornar.


PREPARACIÓN:
En una sartén tenemos que tostar el sésamo a fuego medio, apartamos y reservamos. En un cuenco batimos con las varillas eléctricas la leche con el huevo, y añadimos la sal, la harina, la levadura, el sésamo ya tostado, las pipas peladas y el queso. Seguimos batiendo hasta que sea una mezcla fina. Por último agregamos la mantequilla y volvemos a batir.
Engrasamos moldes para magdalenas o preparamos cápsulas de papel, rellenamos como siempre los huecos en sus 2/3 partes con la masa y espolvoreamos con un poco de sésamo por encima. Horneamos a 200º unos 20 minutitos, después dejamos enfriar sobre una rejilla y en el momento de servir ponemos por encima unos hilos de miel para darle algo de emoción.
Prometemos que están muy buenas, aunque no sé si las cocinaremos de nuevo :) Sí os aconsejamos que las probéis porque si no no sabréis si coincidís con nosotros y con nuestro voto a favor de las magdalenas dulces.

Cuestión de "huevo"


La madre de mi amiga Mamen, a la cual desde aquí agradezco inmensamente sus visitas a este blog, preparó el fin de semana pasado la receta de los cupcakes de sidra adaptándola a un molde de bizcocho. Yo me entero de todo esto ayer, cuando mi amiga a primera hora de la mañana me dice:
_Oye Isa, que mi madre ha intentado hacer las magdalenas de sidra y me ha encargado que te pregunte que cuándo tenía que echar los huevos.
_¿Los huevos?
_Sí niña, que has puesto en los ingredientes que lleva un huevo pero luego en la descripción de la preparación no dices nada. ¿Lleva huevo o no lleva huevo?
_¡Ay, que no la he explicado bien! ¡Que se me ha olvidado poner el huevo! ¿Y qué hizo tu madre al final la pobre? ¿Se los echó o no?
_Pues claro, pero cuando a ella le pareció el momento.
Cómo os imaginaréis no lo podía dejar así, por lo que os informo que esto es una correción de un error cometido por mí en la entrada del pasado día 8 de enero. Queda corregida la receta de los cupcakes de sidra.
¡¡Muchísimas gracias mamá de Mamen!!  Me hace una ilusión enorme que nos sigas, ojalá algún día nos sentemos a la misma mesa para comer juntas cualquier cosa rica y pasar un buen rato.

domingo, 29 de enero de 2012

Merluza en salsa de naranja y canela


Supuestamente esta salsa es para carnes, concretamente para solomillo de cerdo, pero a nosotros nos gusta más con pescado. Como algunos ya sabéis lo habitual es que tengamos que almorzar fuera de casa, y hoy domingo tocaba cocinar para toda la semana... ¡Y que antojo de pescado!


Los elegidos han sido unos filetitos de merluza, y la acompañante esta salsa de naranja y canela que descubrimos en el recetario de nuestra amiguisíma la Thermomix. Nosotros la hacemos a nuestra manera utilizando la "machine" pero la podéis preparar sin ella. Os contamos el método tradicional ¿vale? 


Los INGREDIENTES han sido:
8 filetes limpios pequeños de merluza (de los que se compran en las tiendas de congelados),
1 cebolla,
2 dientes de ajo,
1 puerro (sólo la parte blanca),
zumo de 3 naranjas maravillosas (son de la huerta de una amiga),
150 ml. de agua,
100 ml. de vino blanco,
1 clavo de olor,
una pizca de canela molida,
sal,
pimienta recién molida,
queso rallado,
media cucharada de maizena (para espesar).

PREPARACIÓN:
Cortamos en trozos pequeños la cebolla, los ajos y el puerro, los pochamos en una sartén con un chorro de aceite de oliva. Cuando estén listos añadimos el resto de los ingredientes excepto la maizena, esperamos a que hierva y dejamos que reduzca unos 10 minutos.


Mientras, engrasamos una fuente con un poco de aceite y disponemos en ella los filetes de merluza, los salpimentamos y los introducimos en el horno unos 15 minutos a 180º. La fuente que veis en las fotos es la "besuguera" de mi bisabuela, ¡con más de 100 años! Me emociona cocinar en los mismos cacharros en que mis antepasados lo hacían, donde mi abuelo siendo niño comía, y donde él dió de comer a mi madre. ¿No os lo parece? :)



De la salsa aún caliente retiramos la hoja de laurel, añadimos la maizena y trituramos todo con la batidora hasta que no queden trocitos de ningún ingrediente. Si queréis que quede todavía más fina podéis pasarla después por el pasapurés.
Cuando los filetes estén hechos los sacamos un momentito del horno, les volcamos por encima la salsa y espolvoreamos con el queso rallado. Ya sólo resta gratinar hasta que estén rubios y... ¡¡Os rechupetearéis los dedos hasta los codos!!

viernes, 27 de enero de 2012

Bizcochitos de crema de castañas


Cuando estuvimos en la sierra compramos muchos y diversos productos elaborados con castaña, uno de ellos era éste: crema de castañas con trocitos de chocolate. ¿Prometía verdad? Y no nos equivocamos, no señor, está maravillosa y eso nos dió la idea de usarla para preparar estos bizcochitos.


Hemos utilizado el molde que tenemos para preparar los "financiers" (un día de estos pondremos la receta), me hacía ilusión probar una masa de bizcocho en estas pequeñas porciones. Hemos procurado preparar algo sencillo que no necesitara mucho tiempo así que nos hemos basado en una receta simple de muffin a la que hemos añadido la crema de castañas.


Los INGREDIENTES utilizados para unos 12 bizcochitos han sido:
170 gr. de harina,
35 gr. de azúcar,
1 huevo,
2 cucharaditas de levadura,
170 ml. de leche,
50 ml. de aceite de girasol,
una pizca de sal fina,
175 gr. de crema de castañas con chocolate, podréis encontrarla en un conocido supermercado con un nombre de tres palabras, empieza por "El" y termina por "Inglés" ;)
azúcar glas para decorar.


PREPARACIÓN:
En un cuenco amplio mezclamos los ingredientes secos, sin tamizar la harina, reservamos. En otro batimos los ingredientes húmedos con varillas hasta que la crema de castañas se haya integrado con el resto. Unimos el contenido de ambos recipientes con los mínimos movimientos posibles, haciéndolo suavemente y con giros envolventes.
Poco a poco vamos volcando esta masa en los moldes ya engrasados previamente y los introducimos en el horno precalentado a 200º. Como la masa resultante era bastante líquida han tardado bastante más de lo habitual en estar cocidos, cerca de 30 minutos.


Al sacarlos del horno los hemos dejado unos minutos sobre la encimera de la cocina, aún dentro de los moldes. Después los hemos desmoldado y dejado sobre la rejilla para que acabaran de enfriarse. Como toque final hemos espolvoreado por encima un poquito de azúcar glas.
Han acabado por ser crujientes por fuera (casi como la corteza del pan) y tiernos y húmedos por dentro. El sabor nos ha encantado porque ya la crema sola nos gustaba mucho, aunque si los hacemos de nuevo pondremos un poco más de azúcar.
Espero encontrar la crema de castañas durante todo el año, sería una pena no poder preparar cosas ricas como ésta por ser un producto de temporada....

martes, 24 de enero de 2012

Pithiviers al chocolate


!El primer reto dulce del año! Durante los primeros días de enero recibimos la noticia, Whole Kitchen en su propuesta dulce para este mes nos invitaba a preparar un clásico francés, los pithiviers. Se trata de pastelitos de hojaldre rellenos, típicos de una población que lleva este nombre.
Cuando nos enfrentamos a la decisión sobre el relleno no tuvimos muchas dudas, al habitual basado en almendras molidas nosotros íbamos a añadirle.... ¡¡Chocolate!! Faltaría más...


Quisimos hacerlos pequeñitos porque pensamos que serían más cómodos de comer si eran individuales, además el relleno nos parecía bastante denso y de esta manera se acompaña más de hojaldre. Mezclando algunas recetas (un recetario que tenemos por la cocina, un ojo rápido a un libro de postres en una conocida librería, algún truquillo de Internet...) nos ha salido ésta que aconsejamos por estar más que rica. Los INGREDIENTES para 6 pithiviers pequeños son:
1 placa de masa de hojaldre (la nuestra del Lidl), *(ver final de la receta)
30 gr. de chocolate fondant,
60 gr. de mantequilla con sal,
55 gr. de azúcar,
2 cucharadas de maizena,
20 gr. de cacao en polvo sin azúcar,
65 gr. de almendras molidas,
1 huevo XL para la masa,
1 huevo batido para pintar la masa,
10 gr. de harina,
unas gotas de esencia de vainilla.


PREPARACIÓN:
En un recipiente mezclamos con una cuchara la maizena, las almendras y el cacao en polvo, reservamos. En un cazo calentamos a fuego lento la mantequilla con el azúcar hasta que éste se haya derretido ¡ojo que no se forme el caramelo! Agregamos el chocolate picado en trozos pequeñitos y removemos hasta que se disuelva.
Añadimos la mezcla de almendras molidas y movemos bien para que todo se unifique. Entonces apagamos el fuego y añadimos el huevo junto a la esencia de vainilla.
Cuando todos los ingredientes sean una crema apartamos de la zona caliente de la cocina para dejarla templar, mientras vamos a trabajar el hojaldre. Nosotros aún no nos hemos atrevido con la elaboración de hojaldre casero, estamos hechos un par de cobardes :) Por eso hemos utilizado uno ya elaborado, y el que podéis comprar en el Lidl es el que más nos gusta.


Lo hemos estirado con un rodillo sobre la encimera de la cocina previamente enharinada, lo hemos dejado más fino de lo habitual y hemos cortado 12 discos, 6 de ellos unos centímetros más grandes que los otros 6, así nos aseguramos que los que pongamos encima tendrán sobrante de masa en los bordes para poder cerrar nuestros pastelitos. Nos hemos servido de un cuenco para los primeros y de una tacita de café expresso para los últimos.
Los pequeños los hemos colocado sobre papel sulfurizado en la bandeja del horno, en el centro hemos dispuesto unas cucharadas de la masa de almendras y chocolate que ya estaba fría, y sobre ésta hemos ido colocando los discos más grandes. Es importante presionar con la yema de los dedos los bordes para que se peguen bien, para eso previamente hemos pintado con huevo los bordecitos de los discos pequeños así se unirán mejor con los que harán de tapadera.
Con la parte no cortante del cuchillo hemos hecho unos pequeños hendidos en los bordes ya unidos con cuidado de no llegar a la masa, así como las señales tan características de los pithiviers en la superficie de cada uno. Con un pincho para bizcocho hemos realizado un pequeñísimo orificio en el centro esperando que así el hojaldre no se abombe demasiado.
Ya terminados los hemos barnizado con el huevo batido, hacedlo sin miedo para que queden bien dorados, eso sí, procurad no llegar a los bordes para que no se despeguen.


Los hemos metido en el horno precalentado a 200º hasta que han estado en su punto, en nuestro caso han tardado unos 25 minutos. ¡Y esta maravilla ya estaba en nuestras manos! No sabemos cómo estarán los que llevan la crema de almendras clásica (frangipane) pero la de chocolate está para repetir sin ninguna duda.
Otra opción más para aportar a cualquier reunión familiar o de amigos, y si hay niños mejor, les gustarán seguro. Comprobado.

*Un consejo: no estiréis demasiado el hojaldre porque si no se abrirá durante la cocción en el horno, si es necesario usad dos placas en lugar de una. Los pastelitos tendrán una masa más gruesa pero a los amantes del hojaldre eso no nos importa, ¿a que no?

sábado, 21 de enero de 2012

Pelotillas de mi abuela


A las albóndigas en nuestra familia siempre se las ha llamado pelotillas por culpa de mi abuela, ella le pone mote a todo y a todos y este plato no ha escapado a su sentido del humor. Esta receta es suya y, como todas, cada día las hace de una forma distinta.
Para las pelotillas cada cual tiene su secreto y aún más si encima tienes tiempo y puedes permitirte el lujo de comprar la carne que quieres, hacer que te la piquen, aderezarla en casa, elaborar las bolitas y luego guisarlas.
Así es como las hace mi abuelita pero yo no tenía hoy tanto tiempo por lo que tuve que comprarlas ya preparadas para sólo tener que hacer la salsa.


En otro momento prometo hacerlas desde el primer paso y de esa forma poder reflejar los trucos de una cocinera tan fabulosa sin dejarme ninguno atrás. Para esta ocasión los INGREDIENTES para 24 pelotillas han sido:
1 cebolla,
4 dientes de ajo,
pizca de nuez moscada,
chorrito de manzanilla de Sanlúcar,
pimienta recién molida,
azafrán (o colorante alimentario),
pizca de pimentón dulce,
perejil,
una pastilla de Avecrem,
una ramita de romero,
maicena o harina para espesar,
unos 350 cc. de agua (si queréis más salsa poned más cantidad),
y las pelotillas, obviamente :), las nuestras eran una mezcla de pavo y pollo.


PREPARACIÓN:
En la olla exprés echamos la cebolla y los ajos bien picados sobre un chorro generoso de aceite de oliva. Mientras empieza a dorarse añadimos la ramita de romero, el pimentón, el azafrán, el perejil, la pimenta molida y la nuez moscada.
Esperamos a que todos los sabores se unan y la cebolla coja un poco de color. Entonces echamos la pastilla de Avecrem, el agua y el golpe de manzanilla, tanto como os guste pero cuidado que si nos pasamos después saldrá una salsa fuerte.
Removemos bien y sacamos el romero, ya habrá dejado el toque que queremos. Cuando el agua empiece a hervir vamos añadiendo las pelotillas una a una, apretándolas bien para que la carne quede prieta.


Cuando estén todas dentro de la olla exprés la cerramos según las instrucciones, ponemos fuego medio y esperamos a que empiece a salir vapor. Cuando esto suceda ya estarán listas, en apenas unos minutos esta receta está terminada.
Abrimos la olla... ¡pero cuidado por favor! Este momento siempre me da respeto... Sacamos todas la pelotillas a un plato, sobre la salsa echamos un par de cucharaditas de maicena y, mientras está caliente, trituramos los ingredientes con la batidora a velocidad rápida. Cuando ya no quede ningún trocito devolvemos a la olla la carne.
Quedará como una crema un poco espesita pero sin mucho cuerpo, el color es dorado por el azafrán y el olor que le da el vino...mmmmmm.... Están de muerte. Un plato como éste que ya ha superado tres generaciones sin modificaciones no puede estar malo, ¿verdad?

domingo, 15 de enero de 2012

"Blue carrot cake"


Estuve con unos compañeros de trabajo en un restaurante en el que probamos la especialidad de la casa, la "Pink carrot cake" o tarta rosa de zanahoria, estaba buenísima y el color le daba un toque diferente muy chulo. Decidí probar a hacerla en casa cambiando el colorante para dar un cambio.
Además tenía por estrenar un molde muy original de Wilton que también me han traido los Reyes, son dos moldes con una oquedad cada uno, luego este hueco se rellena al gusto y se ensamblan ambas partes, quedándole al bizcocho un interior tierno.


La receta es un invento porque quería que fuese sin azúcar, ahora están mis padres y abuelos a dieta después de las Navidades y no quería fastidiársela. Así que pillé una que andaba por casa y la he tuneado un poco-bastante en una aventura que no ha tenido un final muy feliz.


La tarta ha quedado preciosa pero el sabor no nos ha gustado mucho, la verdad es que no nos la hemos terminado siquiera... ¡Mi primer megafracaso repostero de envergadura! Ni siquiera mi abuelo, que normalmente se lo como todo, ha podido con ella. Lo mejor, el frosting.
Creo que ni siquiera os voy a poner la receta porque sería una tontería que en vuestras casas repitiérais mi desastre personal, yo seguiré investigando para mejorarla y cuando me salga bien entonces os la paso. No sé si el error ha estado en la equivalencia azúcar-edulcorante, o en las nueces picadas, o en la pasta de zanahoria...


Aunque mi intención era la de hacer un pastel que fuera bajo en calorías pero jugoso y sabroso a la vez, en realidad me ha salido un pastel denso, sin un sabor predominante, sin encanto. Eso sí, engordar engordaba poco :)
Lo que sí me ha encantado es el molde, es pequeño y por eso en la caja vienen 4 mitades, se desmoldan de manera muy cómoda, se rellenan con facilidad y la familia se ha quedado boquiabierta cuando han visto el interior (yo no les había desvelado nada).


¿Ha quedado estéticamente bien al menos, no? Eso me consuela un poquito, y me ha gustado mucho el contraste del color naranja del bizcocho con el azul del frosting. Al final le puse unas uvas pasas pequeñitas para adornarlo que son las únicas que se han terminado.
Menudo chasco ¿verdad? Se han comido las pasas y han dejado mi bizcocho... Prometo intentarlo de nuevo, ¡adelante con el reto!

No lo entiendo

¿Qué tienen estos animales que tanto me conmueven? No sé pero hoy los amantes de la biodiversidad en general y del águila imperial en particular tenemos malas noticias, acabo de oirlo en la tele. Siendo como casi todos sabemos una especie en peligro de extinción ya se han encontrado seis ejemplares muertos por envenenamiento en los pocos días que llevamos de año.
Sencillamente, NO LO ENTIENDO. A los que hacen cosas como ésta les invitaría a hacer una reflexión: la vida está por encima de todo. Continuaremos trabajando para protegerla.


http://web.dip-badajoz.es


viernes, 13 de enero de 2012

Natillas aromatizadas con tila


Ya os contamos hace unos días que estuvimos durante las vacaciones en la sierra, lo que no os contamos es que estuvimos en un restaurante donde utilizan ingredientes de la zona y la comida es de calidad suprema. En el postre nos tomamos las mejores natillas que habíamos probado nunca, tan es así que fuimos otro día a almorzar sólo para pedirlas otra vez.
Cuál no fue mi sorpresa cuando a las pocas horas sus Majestades los Reyes Magos dejaron en casa de mi hermano para mí varios regalos a cada cual más acertado. Uno de ellos es un librito fantástico de cremas y natillas en el que se encuentran recetas muy peculiares con los más diversos ingredientes: pistacho, guirlache, frutas, sal... Sí, sí, también se pueden hacer saladas.


No podía creer lo que estaba viendo, los reyes habían sido mágicos de verdad. El libro se llama "Cremas y natillas: la receta original y sus 38 variaciones", de José Marèchal. Ya os imaginaréis que las haré poco a poco todas pero he querido empezar por las natillas clásicas eligiendo la textura más cremosa de las tres opciones que da el libro, y las he aromatizado con una infusión de tila siguiendo la receta.
Con el recetario regalan dos cuencos de cerámica y... ¡un soplete! ¡Con las ganas que tenía de uno!


Los INGREDIENTES para 6 personas:
35 cl de nata líquida,
12 cl de leche,
90 gr. de azúcar glas,
5 yemas de huevo,
8 bolsitas de infusión (si no os gusta la tila podéis usar té o manzanilla),
60 gr. de azúcar moreno.

PREPARACIÓN:
En un cacito calentamos a fuego muy lento la leche, la nata y las bolsitas de hierba hasta que empice a hervir. Apartamos del fuego y reservamos.
En un cuenco batimos con energía las yemas de huevo y el azúcar glas hasta que se vuelva una crema blanquecina. Colamos la leche caliente sobre las yemas y mezclamos de nuevo con las varillas para que se homogenice todo.
Enfriamos la preparación en el frigorífico, tapándola bien con papel de cocina transparente y esperamos un par de horas.


Precalentamos el horno a 95º mientras distribuimos la mezcla en recipientes que sean poco profundos, los metemos dentro y cocemos aproximadamente una hora, tiempo que variará mucho dependiendo del recipiente que hayáis elegido. Las nuestras han tardado casi una hora y cuarto en cuajar.


Cuando estén listas las dejamos enfriar a temperatura ambiente y, si no van a servirse inmediatamente las reservaremos en la nevera hasta que llegue el momento.
Al servir espolvorearemos las natillas con el azúcar moreno y lo caramelizaremos con soplete, con hierro de quemar o con el grill del horno. Este es el instante decisivo, lo que da el punto especial y el toque crujiente.


Mi soplete aún no está activo porque no he tenido tiempo para ir a comprar la carga de gas necesaria así que he tenido que utilizar el horno, algo que no se repetirá porque cuando tenga mi soplete listo entonces esto sí que serán unas natillas con mayúsculas. Para ser las primeras han quedado de rechupete, ¡dignas de un buen "rebañao"!
Mi hermano se merece esta receta y por supuesto todas las que vaya preparando, este postre lo hemos degustado en su honor pero pronto espero poder cocinar una para que pueda probarla él. ¡Muchísimas gracias hermanito!

domingo, 8 de enero de 2012

Cupcakes de sidra


Mañana terminan las vacaciones de Navidad y empieza la rutina de despertador, tren, sesiones, reuniones, almuerzos fuera de casa... Pero también están mis niños, sus sonrisas, comer con Tano sentados al sol con nuestros termos, sus proyectos...


Para terminar estos días con algo dulce hemos preparado estos cupcakes con un poco de sidra, así vamos acabando con los restos navideños porque.. ¡¡Mañana volvemos a la comida sana!! :) Lentejitas, cremas de verduras, sopas, ensaladas, fruta...


Pero hoy todavía es hoy y lo hemos celebrado con esta merendola, ¡si es que el dulce nos puede! Jijiji... Hemos seguido la receta infalible de los cupcakes de cerveza y, una vez más, ha resultado per-fec-ta. Teníamos intención de que sobraran para el desayuno de mañana pero de los 8 que han salido no ha quedado ninguno, y yo sólo me he comido tres ¡lo prometo!
El soporte para tartas me lo ha regalado mi amiga-compañera Mai en la entrega de regalitos del amigo invisible, ¡es precioso! Qué ilusión me hizo cuando rompí el papel de regalo y vi la caja... ¡¡¡Muchísimas graciaaaaaaaaaaas!!!


INGREDIENTES para 6 grandes u 8 pequeños:
1 huevo,
media taza de azúcar blanca,
50 gr. de mantequilla,
125 gr. de harina,
1 cucharada de levadura,
media taza de sidra,
una pizca de canela molida,
un clavo de olor molido,

Para el frosting:
8 cucharadas de queso crema,
azúcar glas al gusto,
un chorro de sidra.


PREPARACIÓN:
En un recipiente batimos con las varillas eléctricas el azúcar con la mantequilla derretida hasta que sea una crema. Añadimos entonces el huevo y batimos manualmente hasta que quede integrado, reservamos.
En otro tamizamos la harina y la levadura y los vamos agregando al primer recipiente poco a poco, intercalando la sidra a pequeños golpes y batiendo con las varillas manuales.
Agregamos la canela y el clavo, removemos un poco más y disponemos la masa en las cápsulas de papel rellenándolas en sus 2/3 partes como siempre y las hornearemos a 180º unos 20 minutos.
Para el frosting sólo ha hecho falta mezclar con una cucharilla los ingredientes poniendo la cantidad de azúcar glas suficiente para que le dé dulzor pero sin empalagar, no nos importa la densidad con que quede la mezcla sino el gusto.


El bizcocho es increíble, sigue siendo el mejor, tierno, seco, esponjoso... y que olor ¡mamma mia! El sabor es más suave que el del bizcocho de cerveza pero lo demás es idéntico. Al inventor de esta receta nosotros le otorgamos definitivamente el Premio Nobel de Repostería.
Se los dedico a Mai por todos los detalles que tuvo conmigo, ¡van por tí cariño! :)

miércoles, 4 de enero de 2012

Abrir las ventanas


Ya hemos abierto las puertas y ventanas al año nuevo, el 12 nos rodea y nos lleva a sentir nuevas emociones. ¿Qué nos traerá a cada uno? ¿Qué decisiones tendremos que tomar?
Tano y yo seguiremos viviendo con el objetivo de sentirnos realizados, de persistir en nuestras motivaciones y procurando armonizar con nuestro día a día. También os seguiremos contando algunas de las cosas interesantes que hacemos y que deseamos hacer.


Hemos estado unos días en la sierra, donde la tranquilidad nos ayuda a reflexionar, meditar y decidir los pasos importantes que la vida nos lleva a dar. La dirección a seguir no la sabemos, hay que dejarse llevar y sentir. ¿Hay algún lugar más apropiado para eso que éste? Es humilde, sin pretensiones, sencillo, encantador, romántico, natural, energético.


Tocando la tierra con las manos, oliendo las plantas y cerrando los ojos. Tratando de sentir nuestras propias pulsiones, nuestra vibración interior, almacenando fuerzas para después poder darlas a quienes les hagan falta.
Disfrutar de cada día, vivirlos y aprovecharlos todos, los buenos y los que no serán tan buenos. No hay mejor objetivo para el año que comienza...