miércoles, 3 de abril de 2013

Tarta salada con pasta filo


Bueno, bueno, con la cantidad de veces que usamos la pasta filo en casa y nunca había colgado una receta con ella como protagonista. ¡Con lo riquísima que está con cualquier cosilla que se le pone! Normalmente la utilizamos para preparar la típica pastela árabe (podéis consulta nuestra receta aquí) pero son tantísimas las posibilidades que no tendría hoy minutos para enumerarlas.
Por cierto, hace unos días vi un programa en la TV de cómo se elabora y es increíble lo complejo de la producción de tipo artesanal, amasando, haciendo las "hojas", separándolas con maicena y sábanas de algodón...uf!!


Pues aunque lo que más me hace ilusión sería tratar de preparar pastelitos árabes de esos tan maravillosos rellenos de frutos secos, con miel y pasas.... Mmmmmm... En esta ocasión había que ser más práctica, dejaremos el momento dulce para más adelante.
Para almorzar quería hacer una tarta salada con verduritas y otras sobras que teníamos en el frigorífico y por eso pensé que, en lugar de utilizar hojaldre o masa quebrada quedaría distinto con la pasta filo.


Los INGREDIENTES para 4-6 personas son:
1 paquetito de pasta filo (aunque no lo usaremos completo),
mantequilla derretida,
4 espárragos verdes,
1 cebolla grande,
1 paquete de bacon ahumado,
1 puñado de champiñones frescos,
1 bote de leche evaporada,
2 huevos XXL (ó 3 si son de los medianos),
pimienta recién molida y sal,
quesos variados (nosotros hemos puesto brie y emmental para gratinar).


PREPARACIÓN:
En un primer momento lavamos y cortamos las verduritas, las reservamos. En una sartén echamos el bacon troceado a fuego fuerte para que el calor disuelva su grasa, cuando esté muy doradito lo apartamos y reservamos también.
En esa grasita que ha soltado vamos pochando toda la verdura a fuego medio. No nos gustan muy tiernas así que no ponemos fuego bajo para que no se cuezan, como verdaderamente nos gusta la verdura es poco hecha y casi crujiente.


Cuando esté la verdura en el punto que os guste agregáis el bacon, la leche evaporada, los quesos y los huevos batidos. Mezcláis todo y esperáis que los quesos se derritan y los huevos cuajen, salpimentar al gusto.
Hay que esperar a que enfríe un poco así que aprovechamos para ir preparando las hojas de pasta filo, colocándolas en un molde para horno, superponiéndolas una a una pincelando con mantequilla derretida al micro cada cual antes de disponer la siguiente encima.


Dentro colocamos el relleno ya templado y espolvoreamos queso por encima. Con las esquinas de hojas de pasta que sobresalen del molde hacemos un rollino y las remetemos por los filos, ¡como hacemos con las sábanas de la cama!
Precalentamos el horno a 200º, bajamos a 180º e introducimos nuestra tarta hasta que esté doradita. Bien caliente está exquisita no sé si fría también, como le ocurre a la pastela. Muy mala no debe estar, no? ;-)