Muffins de yogurt, azúcar de colores y gran estreno

Empiezo por el estreno: ¡por fin tengo mi expositor de tartas! Era una ilusión personal que se había convertido en todo un reto porque no había conseguido encontrar ni uno. Ni bonitos ni feos, sencillamente no había en las tiendas donde yo iba, y no han sido ni una ni dos, ni diez. Han sido más.

El pasado domingo íbamos caminando para el estadio de fútbol (somos socios abonados de un equipo de Primera División) y pasamos por el escaparate de una tienda preciosa que nunca me pasa desapercibida: Laura Ashley. ¡Y allí estaba! ¡Al fin un soporte de tartas con su campana, y además era precioso! Difícil de creer después de tanto tiempo buscando uno sin éxito.
Ayer mi madre me lo regaló, ¡ya es mío! Y qué mejor forma de estrenarlo que con una receta rápida y rica que nos gusta a los dos. Para darle a Tano la sorpresa me metí en la cocina en cuanto llegué del gabinete y en 30 minutos los muffins de yogurt estaban terminados.

INGREDIENTES para 6 muffins:
125 gr. de harina,
media cucharadita de bicarbonato,
1 cucharada de levadura,
1 huevo,
50 gr. de azúcar,
25 ml. de aceite de girasol,
1 yogurt del sabor que queráis pero que esté azucarado.

PREPARACIÓN:
En un cuenco mezclamos y tamizamos la harina, la levadura y el bicarbonato. En otro batimos bien el huevo con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva blanquecina, entonces añadimos el aceite y el yogurt (yo le puse uno natural de tipo griego), seguimos batiendo unos minutos.
Incorporamos en dos veces la mezcla de ingredientes secos sobre los húmedos y movemos suavemente, girando la lengua de silicona sin prisas.
Ya podemos rellenar las cápsulas de papel, como siempre en sus 2/3 partes. Por encima de la masa yo he echado un poco de azúcar azul que teñimos nosotros mismos en casa, de forma que ha quedado una pequeña costra de color sobre nuestros muffins que les da un toque diferente. Los horneé 15 minutos a 180º y, al abrir el horno, la misma sensación de siempre...ese calorcito con aroma increíble. Si es que soy una adicta al horno, que le voy a hacer.

Ah! Quiero animaros a teñir azúcar de colores porque es fácil y barato, y daréis un toque personal a vuestros postres. Podéis usar multitud de colores, o mezclarlos a vuestro aire. Sólo necesitáis azúcar blanco normal, colorante de vuestro gusto y un frasco o bolsa que cierre herméticamente. Colocáis en el recipiente el azúcar y, gota a gota, añadís el colorante. Tras las primeras cerráis la bolsa (son estupendas las de congelar) y agitáis con energía para que impregne todo el azúcar, es posible que se formen grumos debido al líquido por lo que tendréis que deshacerlos con las manos por fuera de la bolsa. Si queréis un color más fuerte tendréis que repetir el proceso, añadir unas gotas y agitar.
Mis muffins han quedado ligeramente azules, a juego con mi precioso soporte, tiernos, suaves, secos y estupendos para untar con Nutella :) Ya os imagináis quién ha probado, ¿no?
PD: el pequeño búho que se coló en las fotos no consiguió robarle a Tano ni siquiera una miguita. Jijiji.