Abrir un buen día

Hoy es día de descanso y nos gusta aprovechar bien los días en que no hay que trabajar. Esta mañana queríamos abrir el sábado con chocolate, y para abrir lo mejor es una llave pero no se comen así que nos decidimos por las ¡galletas!

Ya que perdimos el miedo a hacerlas cuando horneamos las de leche condensada nos hemos atrevido con unas de chocolate. La receta es de "Mi dulce tentación", además de que no parecía muy complicada las galletas tenían tan buena pinta, con su forma de botón, y hemos dicho: ésta es la nuestra.

INGREDIENTES para unas 10 grandes:
1 cucharada de agua caliente,
30 gr. de chocolate en polvo,
105 gr. de mantequilla en pomada,
una pizca de vainilla,
165 gr. de azúcar glass,
1 yema de huevo,
135 gr. de harina,
sal.

PREPARACIÓN:
Es necesario tonificar los antebrazos porque... ¡hay que batir chicos! Primero elaboramos una pasta sin grumos con el agua caliente y el chocolate en polvo, reservamos. En un cuenco batimos la mantequilla a temperatura ambiente, la vainilla (la mía es en polvo) y el azúcar. Cuando todo sea una mezcla le añadimos la yema de huevo y la pasta de chocolate.
Seguimos batiendo y mezclando para que quede una masa fina, entonces echamos la harina bien tamizada y la pizca de sal. Ahora os será más difícil de mover y sudaréis la gota gorda, pero va a merecer la pena.

Cuando veáis que toda la masa está mezclada y tenga un color marrón uniforme tenéis que dividirla en dos partes iguales.
Hay que colocar cada mitad entre dos pliegos de papel de hornear, extendiendo con el rodillo cada una hasta que tengan un grosor de unos 3-4 milímetros. Las dos placas de masa las he tenido casi una hora en el frigorífico para que se enfríen y se trabaje mejor con ellas.
Al cabo de este tiempo y usando un cortapastas redondo hemos realizado círculos de masa, y con los restos corazones y bastoncillos. A los primeros, con ayuda de una taza pequeñita hemos hecho los cículos interiores, y con una brocheta los agujeritos para que asemejen botones. Se han horneado 15 minutos a 180º, bien situadas en la bandeja protegida con papel sulfurizado y separaditas entre sí.
Bueno, ya sólo falta un buen café o un vaso de leche para tener un desayuno o merienda estupendos, sobre todo para los amantes del dulce. Para ser nuestras segundas galletas nos han dejado bastante satisfechos, ¡riiiiiiiiiicas!