Hay sitio también para tí

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"Mañana bien temprano hay que estar buscando nidos,¡no os vayais a dormir!" Los viernes en el instituto se nos avisaba a los alumnos del Aula de Ecología de que al día siguiente, sábado, también había que madrugar. Teníamos que ir a un pueblo cercano a proteger los nidos de los aguiluchos, los suelen hacer en medio de los campos sembrados de cereal, entre el cultivo y la mayor parte de ellos acaban siendo destruidos por los tractores. ¡Qué recuerdos me traen aquellas mañanas de sol!

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Informábamos a los agricultores de que son depredadores de animales que perjudican la cosecha (ratones, topillos, insectos...) pero muchos piensan lo contrario, y no los quieren en sus campos. Eso sí, nos permitían sacar los nidos y cuidar de los polluelos.
Casi siempre se trataba de esta especie, los aguiluchos cenizos, otra ave rapaz en peligro, muy común dónde vivimos y de carácter migratorio. Ella también nos busca cuando empieza el buen tiempo, sed bienvenidas que hay sitio para todas.
El macho y la hembra tienen coloraciones muy distintas, siendo el primero el de rasgos más fáciles de identificar. Su color predominante es el que determina su nombre, el gris cenizo con manchas marrones en el vientre, mientras las hembras son pardas, más oscuras en la parte superior.
Sigamos cuidándolas para que no tengamos que lamentarnos en el futuro, que la vida se abra paso.