domingo, 20 de febrero de 2011

Estamos de estreno

Como algunos ya sabéis hemos cambiado de blog, estrenamos nueva imagen con "un pan bajo el brazo" :)Teníamos ganas de hacer de panaderos, y más desde que tenemos el súperhorno. Hace unos días me topé con una receta facilísima de bollitos y, en cuanto le enseñé a Tano la foto de cómo quedaban decidimos que este fin de semana probábamos a hacerlos. Y qué ricos han salido! El Departamento de Calidad ya los ha catado, claro. Ñam, ñam… Como ya sé de una que quiere la receta, ahí va:


INGREDIENTES:
280 ml. de agua
15 gr. de levadura fresca (se compra en cualquier supermercado, en la zona de las mantequillas)
30 gr. de mantequilla derretida
500 gr. de harina de fuerza
5 gr. de azúcar
10 gr. de sal


PREPARACIÓN:
En primer lugar ponemos el agua en un cuenco grande y la templamos en el microondas para poder diluir la levadura fresca, nosotros la hemos puesto 50 segundos. Cuando el agua se vuelve blancuzca y la levadura se ha disuelto completamente incorporamos la harina, en ella hacemos un volcán pequeñito en el que echamos la mantequilla derretida y la sal. Luego el azúcar.
Y llegó el momento de “enguarrinarse”!!! Nos encanta meter las manos en la harina, mover los dedos, presionar… Es nuestra terapia, relaja y nos resulta divertido. Cuando ya está todo más o menos pegado sacamos la masa del cuenco y la amasamos con energía sobre una superficie lisa y limpia. Debe quedar una masa uniforme y suave. Si estuviera pegajosa habría que añadirle pequeñas cantidades de harina hasta que dejase de estarlo.



La bola de masa la volvemos a meter en el cuenco, poniendo en el fondo de éste un poco de harina para que no se quede pegada. Tendremos que taparla con un paño y esperar 30 minutos, podéis aprovechar para pensar con qué comeroslos!! Pasada esta media hora veréis como ha crecido… ya huele bien y todavía no está en el horno.


Ahora debemos partir la bola de masa en cuantos panecillos queramos, dependiendo del tamaño que nos guste. Nosotros la hemos dividido en seis partes prácticamente iguales, cada uno ha hecho de sus tres panecillos la forma que ha querido. Tano los quería triangulares y yo alargaditos y con forma redondeada, como los de la panadería!


Hay que dejarlos reposar una hora, bien colocaditos sobre la rejilla del horno a la que hemos puesto papel vegetal, también hay que taparlos con un paño limpio. Cuando falte un cuarto de hora para el fin del reposo podemos poner el horno a precalentar a 250º poniendo dentro un recipiente con agua lo que hará que el horno se llene de vapor. Pasados los 60 minutos podéis hacer los cortes y pintar los bollitos con aceite de oliva del bueno usando la brocha de silicona. Bajamos el horno a 230º y metemos los bollitos dentro, sin sacar el recipiente de agua. Nosotros hemos puesto debajo de la rejilla la fuente de horno con un recipiente de barro y un dedo de agua.



En unos 15 minutos ya están cocidos y doraditos y…vaya olor tiene la casa!! Impresionante, me ha recordado la época en que yo estaba en tercero de primaria (antes EGB) y con mi hermano iba andando al cole del pueblo, pasando todas las mañanas por la puerta de la panadería. Qué panes tan perfectos hacían, bueno, y siguen haciendo!
A lo que interesa: pasados los 15 minutos les hemos dado la vuelta para que también se doren por abajo. Los hemos dejado cuatro minutitos más y llega el momento de hincarles el diente! Han quedado crujientes por fuera y tiernos por dentro, con una masa consistente tal como nos gustan.



Jajajajajaja! No da tiempo a que se enfríen cuando ya les hemos arrancado un pellizco!! Riquísimos, de verdad. Queríamos hacer pan y estos no nos han defraudado así que repetiremos, sencillos y sabrosos.
Esta noche mi amiga de toda la vida y su marido nos han invitado a cenar, nos llevaremos estos panecitos con un buen foie para disfrutarlos todavía más. Ojalá les gusten!

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