Ya huele a humedad y a tierra mojada. Mi acera ya se despierta empapada y las hojas del almendro que tenemos en la entrada gotean cuando salgo para el trabajo. Teníamos ganas de que llegara el frío.
Quedan atrás las recetas de helados, cremas frías y ensaladas pero saludamos a las de cuchara sopera y plato hondo. Y a todas las que podemos preparar con castaña, boniato, membrillo y otros productos de temporada. Y por supuesto, con turrón.
El lunes pasado el padre de una compañera me dió la receta de este postre y, como tuve la suerte de probarlo antes, tuve claro que tenía que hacerla porque triunfaba con total seguridad. Hoy la hemos preparado para la familia y alguno ha terminado rebañando el cuenco del de al lado. Los INGREDIENTES para 8 vasitos son:
medio litro de leche,
4 cucharadas soperas de azúcar,
media tableta de turrón blando,
2 huevos,
medio sobre de preparado para natillas (hemos usado Hacendado),
8 galletas (opcional).
PREPARACIÓN:
En un cazo calentamos la leche y el azúcar hasta que éste se disuelva. Entonces añadimos el turrón en trozos pequeños y removemos hasta que también esté incorporado.
Ponemos a fuego lento y echamos los dos huevos batidos y el preparado en polvo. Metemos la batidora en el cazo y, en caliente, batimos hasta que quede cremoso y empiece a espesar. Movemos unos minutos más y dejamos templar.
En unos vasitos colocamos en el fondo una galleta, cubrimos con las natillas y dejamos cuajar en el frigorífico. Con cuatro horitas será suficiente y tendréis un postre exprés que será el punto final perfecto para un almuerzo contundente. Después podéis decorarlo con el polvo de turrón que queda después de haber troceado la tableta.
El vasito de esta foto tiene un cierre hermético porque me lo llevo al trabajo mañana para que mi compañera Laura lo pruebe, espero que le guste como el de su padre.
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