Es un postre típico de esta zona y en mi pueblo se tiene mucha tradición, lo que yo agradezco sinceramente porque me chiflan. Siempre los ha hecho mi abuela y a todos nos encantan de postre, de merienda, con un café, con una copita de licor o con un vasito de leche merengada.
Creo que en otros lugares se le conoce como isla flotante pero desde niña yo los conozco como huevos nevados, y cuantos más huevos y más nevados pues mejor :)
En esta tarde de frío y lluvia mi abuelita y yo hemos preparado esta bandeja que ha sido devorada por mis padres, mis tíos, mis abuelos y nosotros mismos. Para enseñaros la receta cuento en esta ocasión con la inestimable ayuda de Tano, que se ha tomado la molestia de elaborar incluso dibujitos explicativos. Ahí van los INGREDIENTES:
1 paquete de galletas tipo María,
1 litro de leche,
1 rama de canela,
piel de medio limón,
azúcar,
5 huevos frescos (aunque le podéis poner más, con 7 u 8 habría quedado aún mejor),
canela molida para decorar.
Para la PREPARACIÓN seguimos la dibujo-receta, empezamos elaborando la leche merengada y preparando la bandeja donde se servirá:
Clarito todo de momento, ¿no? Pues seguimos:
Montar las claras a punto de nieve en un cuenco amplio, espero que tengáis varillas eléctricas:
Después sacamos la rama de canela y la piel del limón y cocemos las claras montadas durante unos minutos, haciendo bolitas con dos cucharas:
Y para terminar, la preparación de la natilla y la decoración:
Seguramente os sobre leche merengada como a nosotras, algo que ha celebrado por aquí más de uno. Esperamos que con las ilustraciones sea todo más fácil de entender y que, cuando intentéis preparar vuestros huevos nevados, no tengáis ninguna duda. Por mi parte voy a intentar que mi dibujante favorito colabore con su arte alguna vez más, jijiji.
Os prometemos que si lleváis este plato dulce a cualquier mesa no pasará desapercibido para nadie. Es una apuesta segura, palabra.
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