¡Qué tapita tan rica! Así de pequeños, muy calientes y con una copita de vino dulce de Jerez. Apenas de un bocado te puedes comer dos, y no será por ganas, eh?
Los INGREDIENTES que hemos usado han sido:
un vaso de caldo de pollo o pavo (por estas tierras "puchero"),
15 gr. de mantequilla,
100 gr. de harina,
150 gr. de pollo,
50 gr. de jamón ibérico,
pizca de queso rallado,
pimienta molida,
3 huevos,
sal.
PREPARACIÓN:
En un cazo calentamos el caldo de pollo con la mantequilla y la sal, cuando rompa a hervir echamos toda la harina de una vez y removemos con energía. Se hará una bola pero tendremos que seguir removiendo hasta que la masa se separe de las paredes. Apartamos del fuego y dejamos enfriar.
Mientras, vamos picando muy pequeño los filetes de pollo pasados por la plancha y el jamón.
A la masa fría le agregamos uno a huevo los huevos, echando el siguiente siempre que el anterior esté integrado en el conjunto. A esto le añadimos la carne troceada, el queso y la pimienta.
Preparamos abundante aceite y con una cuchara vamos echando en él los buñuelos bien separaditos entre sí.
Id friendo a medida que los coméis, es como están buenos, ¡recién sacados del aceite!
Por cierto, la puerta que veis en el cuadro es la antigua cancela de mis bisabuelos pintada por un artista de la familia, por donde salían las bestias y los carros con los que se iban a arar al campo. Se ve a través la torre del castillo de nuestro pueblo. Preciosas las dos, ¿no?
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