martes, 1 de mayo de 2012

¡Pasta fresca casera!


¡Jajajajajaja! ¡Tengo ganas de reír! ¡Y de saltar de alegría! ¡Por fin hemos hecho pasta fresca! Y está tan rica que me parece mentira que la hayamos hecho con nuestras manos.
Hasta hoy son muchas las veces que había leído en otros blogs que hacer pasta en casa no era difícil y que tan sólo era necesario un poco de paciencia. En cambio a mí se me antojaba muy complejo y además en caso de hacerla íbamos a tener que cortarla a cuchillo porque no teníamos la máquina.


Pero el domingo pasado cambió nuestra vida porque... ¡La madre de Tano nos ha regalado una! En las fotos lo veis a él y a nuestra nueva amiga en plena acción y es que no podíamos esperar para usarla. Como hoy no había que ir a trabajar hemos podido estrenarla ¡y qué maravilla!
Mirad qué color amarillo tiene por los huevos de corral, y cómo cae... Es suave y ligera, fresca y deformable, como plastilina.


Si queremos pasta para unas 4 personas los INGREDIENTES son:
250 gr. de harina de trigo ecológica (la compramos en una herboristería),
3 huevos pequeños de corral,
1 cucharada de aceite de oliva virgen,
una pizca de sal fina.


PREPARACIÓN:
En una superficie limpia y enharinada colocamos la harina en forma de volcán y disponemos en el hueco los huevos, el aceite y la sal. Amasamos hasta que nos quede una masa uniforme y elástica, hacemos una bola y dejamos reposar en un cuenco amplio tapado con papel transparente de cocina unos 15-20 minutos.


Pasado ese tiempo y también sobre una superficie espolvoreada de harina, pasamos el rodillo hasta que quede con un grosor de medio centímetro aproximadamente. Pasamos entonces la masa por el rodillo de la máquina con la rosca posicionada en el nº 5, que es el de mayor grosor.
Al terminar cortamos la masa en dos al ancho, y la volvemos a pasar por el rodillo aplanador con la rosca en el nº 4. Más tarde realizamos la misma operación y pasamos ambos trozos de masa por el rodillo colocado en el nº3, en el nº 2 y, por último, en el nº 1. De esta manera quedarán dos masas estrechas, largas y muuuuuy finas.
Entre unas pasadas y otras es importante que vayamos enharinando tanto la superficie como la masa en sí, así no se pegará al plegarla y cortarla.


Luego sujetamos las láminas de pasta mientras las pasamos por el rodillo de los fettuccine (lo veis en la foto superior) a través del que saldrá hecha tiras idénticas y paralelas. ¡Y el milagro habrá tenido lugar! Nuestra bola de masa se habrá transformado en unos fettuccine maravillosos, magníficos, espectaculares, larguísimos e inigualables. Serán "vuestros" fettuccine.
Enharinándolos un pelín ya estarán preparados para ser hervidos e inmersos en cualquier estupenda salsa. 


Hoy merecía la pena hacer un "sugo" también casero que fuera el acompañamiento ideal de nuestra pasta. Así que hemos preparado una salsa con setas para la que hemos utilizado estos INGREDIENTES:
2 dientes de ajo,
100 gr. de setas variadas,
1 buen chorrito de vino dulce de Jerez,
sal,
aceite de oliva,
una pizca de pimienta cayena molida,
una pizca de pimienta rosa recién molida,
4-5 hojas de perejil fresco picado,
queso parmesano rayado.


PREPARACIÓN:
En una sartén doramos a fuego medio los dos dientes de ajo bien picados y luego añadimos las setas enteras y la sal. Pasados un par de minutos echamos el vino y esperamos que el alcohol se evapore mientras en una olla grande ponemos abundante agua a hervir con un poco de sal y una cucharadita de aceite.


Cuando el agua comience a hervir echamos la pasta y la dejamos no más de 2-3 minutos, es pasta fresca y estará lista antes que la seca. Y en la sartén, a las setas les añadiremos la sal, la cayena y la pimienta, removemos para que se unan los sabores.
Cuando la pasta esté lista la escurrimos y la pasamos a la sartén, en la que la rehogaremos un poco con las setas y donde le agregaremos el queso parmesano, mejor si lo rayamos en el momento. Tendremos que corregir de sal y, si es necesario, pondremos un poquito más de aceite de oliva que dé sabor y que no deje que se apelmacen.


Una vez todo mezclado y caliente lo servimos en una fuente, espolvoreando por encima el perejil fresco picado. Con una pala para espaguettis repartiremos mejor a cada comensal la cantidad que quiera.

¡Buon appetito ragazzi!


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