domingo, 18 de diciembre de 2011

Terciopelo rojo


Nuestro madroño está en flor, y está dando infinidad de campanitas blancas que hacen que parezca que ha nevado. Es una maravilla. Ayer teníamos una de las celebraciones familiares propias de estas fechas y el árbol se había vestido de gala para la ocasión.


Qué mejor postre para las personas que más queremos que los más fantásticos cupcakes del mundo, para nuestro gusto claro. Es habitual cuando nos reunimos muchos que cada uno aporte algo y mi hermano siempre me los pide:
_¿Qué quieres que llevemos nosotros?
_Las magdalenas rojas, Isa.
Son nuestras preferidas desde el primer día que las preparamos, son las más tiernas, sabrosas, húmedas, suaves... Son especiales, no hay duda. Y ese intenso color rojo hace que uno se quede mirándolas como hipnotizado y sólo se sale del trance cuando les das un mordisco.


Con ellos estrenamos el horno en cuanto nos lo instalaron el año pasado, fue su bautizo y desde entonces hasta nuestro horno los prefiere. Con los "red velvet cupcakes" o cupcakes de terciopelo rojo se disfruta siempre, siempre, siempre. Y además sorprenderéis allá donde los llevéis porque difícilmente se ven en las pastelerías al uso. Os preguntarán:
_¿Por qué son rojas? ¿Acaso son de frutas del bosque?
_(sonrisa) No, son de cacao.
_(cara de sorpresa) ¿De cacao?


La receta infalible la saqué de la web El Rincón de Bea, un sitio donde se puede aprender mucho sobre repostería, y aunque suelo retocarla un poco sale perfecta cada vez. Para 12 cupcakes medianitos los INGREDIENTES son:
·Ingredientes secos:
125 gr. de harina,
140 gr. de azúcar,
2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar (uso la marca Valor),
1 cucharadita de sal (o un pelín menos),
1 cucharadita de bicarbonato sódico.
·Ingredientes húmedos:
1 huevo grande,
120 ml. de aceite de girasol suave,
media cucharadita de vinagre (no balsámico),
1 cucharadita de esencia de vainilla,
colorante alimentario rojo (mínimo unos 10-15 ml., nosotros usamos de la marca Wilton),
120 ml. de suero de leche o "buttermilk" que podéis comprar o fabricar en casa, apenas hay que echar la cantidad deseada de leche en una taza, añadir un buen chorro de vinagre o de zumo de limón y esperar unos 10 minutos. Pasado este tiempo la leche se habrá "cortado" y vuestro suero de leche ya podrá utilizarse.


Batimos con energía los ingredientes húmedos por un lado y reservamos. En otro recipiente tamizamos bien y mezclamos todos los ingredientes secos, los cuales iremos añadiendo a los húmedos poco a poco. Comenzamos agregando 1/3 de los secos y removemos con giros envolventes hasta que se integren, agregamos otro tercio continuando con los movimientos suaves para que se unifiquen, terminaremos con el tercio final y repetimos la operación.
Introducimos la masa en cápsulas de papel, rellenándolas en sus 2/3 partes y metemos en el horno previamente calentado a 175º durante unos 20 minutos, haced la prueba del palillo y hasta que no salga limpio no los saquéis. Esperaremos a que se enfríen sobre una rejilla antes de decorarlos.


No es una novedad que no nos gusta el buttercream, una crema de mantequilla con la que se suelen decorar los cupcakes. No solo no nos convence el sabor sino que además es un atentado en toda regla contra cualquier tipo de intención de guardar la línea. En nuestra búsqueda de sustitutos para el buttercream vamos probando casi todo lo que se nos ocurre: nata montada, nata con nutella, chocolate de cobertura, queso crema con azúcar glas, queso crema con cacao... Esta vez hemos probado con una crema chantilly muy suave que nos ha encantado, utilizando un sobre de los preparados que se venden en los supermercados. ¡Qué acierto! Queda con una consistencia apta para manga pastelera, no es nada empalagosa y contrasta muy bien con el sabor de la magdalena. Después hemos deshecho una con las manos y con las migas hemos espolvoreado los cupcakes para que el color rojo resalte sobre la chantilly.


Cuando los hemos terminado no he podido evitar quedarme embobada mirándolos, son tan bonitos ¿verdad? Me he vuelto loca haciéndoles fotos, disparaba sin parar a uno solo, luego a dos, luego al soporte lleno de estas delicias rojas, luego a uno ya mordido porque no me pude controlar, jiji. Os he puesto solo algunas de ellas pero tengo muchísimas más, bueno no creo que me haya pasado....¿93 fotos a unos cupcakes no son demasiadas, no? ¿Estoy enferma? :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario