¿Por qué me gustan tanto las natas, cremas de leche, leches condensadas, leches evaporadas y similares? Es que no lo puedo evitar, me tiro en plancha a todas las recetas que abusan de cualquiera de estos ingredientes. Es el caso de la de hoy. El hecho de que abunde por la red de gastroblogs no me ha hecho desistir, quería probarla así que después del trabajo me he metido en la cocina. ¡Y ha salido esto!
INGREDIENTES para una cocotte:
1 huevo grande,
crema de leche,
variado de setas en conserva,
media cebolla,
4 tiras de panceta,
queso rallado (del que más os guste),
sal,
pimientas recién molidas.
PREPARACIÓN:
En una sartén sin aceite a fuego muy fuerte ponemos la panceta cortada a tiras y dejamos que se tueste (¡cuidado que salta como si estuviera viva!). Cuando esté crujiente la sacamos pero dejamos la grasa que ha soltado en la sartén porque la aprovecharemos.
Echamos un poco de esa grasa en la cocotte para engrasarla, nos ayudamos con la brochita de silicona. En la restante que queda en la sartén, salteamos la cebolla durante unos minutos hasta que llegue al punto que prefiráis. Mientras este tiempo pasa, ponemos en la cocotte ya engrasada una tacita de crema de leche, la cantidad de setas que queráis y la panceta.
Cuando la cebolla esté lista la añadimos y, en último término, cascamos el huevo con mimo para que no se rompa. Sobre él espolvoremos un poco de sal, pimienta y, alrededor, un poco de queso rallado.
Lo hemos horneado durante 17 minutos a 165º, tenía miedo de que quedara crudo y he abierto un par de veces el horno para mover el recipiente y comprobar que estaba cuajado. ¡Ha salido bien!
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